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jueves, 23 de diciembre de 2010


Alma Felina

“ El movimiento de sus músculos,

el sonido acompasado de su respiración en mi oído,

La maravilla que ven mis ojos al mirar su cara de placer”

Samanta cierra su diario y enciende un cigarrillo,

¡Cómo le gusta escribir después de hacer el amor!

Mira a su izquierda, su perfil preferido

y nota que como siempre Ariel ya está sumido en la tierra de los sueños,

le acaricia la cabeza, él tiene cara de angelito cuando duerme.

Se siente feliz, se siente plena, llena de esperanza después de tanta tragedia.

El sol entra por la ventana, ella se levanta de la cama y desliza las cortinas para

introducirse otra vez en la oscuridad.

Imagina que es un vampiro,

pero siempre le ha impresionado un poco la sangre,

imagina que es pájaro ,

pero le teme a las alturas,

se visualiza como un gato y simplemente se hace un ovillito en la cama.

De pronto sus ojos felinos se tornan enfurecidos,

se clavan en Ariel, toma un cuchillo y lo despedaza.

Él simplemente no reacciona…

- nunca reaccionó- piensa ella

mientras relame sus uñas manchadas con gotas de sangre.